por Raúl Bravo Aduna
Nunca he entendido por qué siempre que entro a la colonia “Lagos” termino perdido. Intento regresar a Polanco o, de plano, al Circuito interior, pero jamás lo consigo. Avanzo algunos metros y chín, qué pendejo, me topo de frente con alguna pared, decorada con una virgencita fosforescente. De reversa, regreso siempre a la calle anterior para darme cuenta que en ésa, también, hay algo que no me deja pasar: un jolgorio en el que suena, a todo volumen, La Arrolladora Banda el Limón, María Daniela y su Sonido Láser o el Aserejé; alguna patrulla que obstruye la circulación; niños jugando panbol; Doña Lenchita, que vende tamales; el Señor Licenciado López Obrador regalando despensas legítimas, a sus ciudadanos legítimos, a los que quiere legítimamente; brigadistas de la Cruz Roja; u otra virgencita, para no variar, también fosforescente. El laberinto de Cnosos, comparado con tal colonia, parece un simple juego del McDonald’s.
Cada que me encuentro en la Condesa, me pasa lo mismo (nomás que ahí no está el Señor Licenciado López Obrador, más bien me encuentro a algún diputado del P(T)VEM). En Coapa, ni hablar. Si entro al Viaducto, lo mejor que puedo hacer es quedarme en el primer hotel que encuentre. En Tlalpuente, buscando la calle de Matapulgas, acabo en Salsipuedes (no es broma). A decir verdad, creo que siempre termino perdido. En casi cualquier otra ciudad del mundo se me tacharía de despistado o, digamos, de imbécil. Pero en ésta, la de México, no se me puede culpar. Aquí, si un letrero dice que derecho se llega a Río Churubusco, significa que estaba a la izquierda; de noche, la luz verde significa roja, la roja, verde y la amarilla, que mejor te des la vuelta; llegar a “Héroes de la Libertad 15” significa que busques “Calvario 78”; vuelta en U prohibida significa que ahí debes darla, así como vuelta en U permitida significa que está prohibida; tomar la línea azul del metro significa que debes tomar la verde; si quieres manejar o caminar por Reforma, en cualquier momento puede aparecer una turba iracunda que demanda la libertad para los presos políticos de Acaponeta, Nayarit; etcétera. Este monstruo se presenta como un laberinto, pero que está en constante devenir, en plena mutación perenne: un rompecabezas sin solución.
Uno nunca sabe qué puede pasar. ¿Adónde o por dónde ir? Casi imposible descifrarlo. ¿Lo mejor? Huir. Huir rápido. El problema, quizá, es que la salida nunca se podrá encontrar.
Pero qué preciosa ciudad!!!!
A mi también me encanta vivir en este país, con todo y sus revueltas diarias. Apuesto que todos nosotros, hemos que vivir alguna situación de este tipo, y si no es así, pues creo que esa persona nunca ha salido de casa. :S :S
Me parece muy acertada esta pequeña lectura-reflexión, pues describe perfectamente como se vive a diario, además de la «mágnifica» organización que lleva a cabo el gobierno por mantener las vías transitables en perfectas condiciones, solamente que le falto agregar lo esencial de cada avenida, de cada calle: los baches.
A mi punto de vista, considero que la lectura debió ser mucho mejor si le hubiesen omitido el nombre de las canciones, creo que ahí se perdió la esencia, pero a pesar de esto, me pareció muy buena la idea a entender.
Ops! al parecer ya me dieron ganas de ir a perderme…
Buenísimo, ruso 🙂
Me gusta la descripción que hace de la ciudad, pues el ritmo de vida que llevamos suena tal y cómo lo plantea : laberintos y huidas, sin hallarcen final.
Yo también he experimentado el perderme, pero fue tan tonto , por no decirlo de otra forma.En vez de dirijirme hacia el metro Xola me fui a Xochimilco; y sólo porque ls dos comenzaban con «X». En verdad fue escalofriante y divertido a la vez, pues así me di una oportunidad de conocer la ciudad . Lo único que falto… la inseguridad y los famosos baches ; también incluir c ómo las obras a veces interfieren con nuestras vidas o nos ayudan a encontrar una nueva encrucijada…. estuvo muy bien
Uff, esos malditos lagos! Puedes considerarte afortunado que al menos saliste sin un plomazo, con todos tus rines y no moriste de los hedores que de ahí se emanan.
Lo fascinante de vivir en esta ciudad es que nunca sabes lo que te depara: cada día es una sorpresota… el problema es que últimamente no son tan bonitas como de costumbre.
🙂 Genial como siempre!
El perderse en la ciudad es el pan de cada día. Es increíble cómo de milagro llegamos al lugar que nos planteamos cuando no conocemos la zona. Quizás es por simple intuición, por ya haber pasado por la misma situación varias veces anteriormente.
Yo creo que las únicas ocasiones en donde no me pierdo es cuando reconozco el lugar viendo el color de las «casitas». Aún así, me he pasado las horas buscando calles o avenidas que pareciera que nunca exixstieron.
Además, creo que se puede tocar un tema más profundo. Son las políticas en las que se tiene un gobierno totalmente centralizado. Donde por comodidad, (o flojera) todo el sistema se encuentra en la capital sumándole los servicios y las unidades habitacionales.
En donde la única opción de oportunidades laborales se encuentran en el D.F., las cuales no hay. Cuando la densidad de población cada día va en aumento ocasionando cosas como los malditos embotellamientos.
Un México en el cual la diferencia abismal entre los ricos y pobres se esclarecen más. En el que los señalamientos viales son un asco.
Para mí, los lugares más confusos son Tacubaya y la Condesa.
¡Que buena lectura!
Me gusto bastante, la manera tan sensata de decir la realidad cotidiana tiene un toque especial que la hace diferente a las demas lecturas,y no solo por el tipo de lenguaje.
Persona que no se pierde, persona que no disfruta la vida. En la sociedad se vive infinidad de situaciones gratificantes y otras desagradables. Por ejemplo, hoy vivi unos momentos no tan desagradables, pero si me incomodo que un viejito cascarabias se pusiera a regañarme por algo que no era de su incumbencia…jaja pero bueno, solo le di el avion y le hice ver la causa de mi accion (no me mal interpreten).
La adaptacion a la sociedad es indispensable para socializar y salir adelante en la vida.
PERO EN ESOS VIAJES DE IR Y VENIR, SIN ENCONTRAR LA SALIDA DEL LABERITO, SIEMPRE APRENDES ALGO, SIEMPRE ENCUENTRA LAGO, ESO EL EL ENCANTO DE LOS LABERITOS, SOBRE TODOS LOS URBANOS, MUY BIEN, BESOS
QUIZA TE ENCUENTRES UN LAGO… JAJAJA PERO SEGURO TE ENCUENTRAS ALGO…..
El laberinto de todos los días
En esta ocación voy a diferir un poco con el autor, bueno……
no del todo, si bien es cierto que las laberinticas calles del Distrito pueden ser caóticas y son el reflejo de la desorganización social que esta presente en todo el país, pero el tono con que escrbe…. pareciese ser que es un ciudad …..fea.
Pero si lo pensamos la riqueza del D.F., se encuentra en la diversidad, en la cantidad de gente de todas las ideológias, de todas la corrientes de pensamiento, y de todos los partidos políticos, aunque me gusta el tono irónico que manja, para referirse a lo que sin duda es el pan de cada día en una ciudad tan sobre poblada como esta.
Es verdad que la Ciudad de México llega a ser caótica pero como decía aquel slogan: no la cambio por nada.
Y es que algún precio debemos pagar los grandes beneficiarios de una metrópoli en la que encontramos todo a toda hora, y sí tenemos que sufrir algo de estrés, pero ese laberinto siempre me ha llenado de adrenalina pues nunca sabes que puedes encontrar.
¡Que viva la selva de asfalto!
jajajaja me ha dado mucha risa leer esto.. porque es verdad.
Ir al DeFectuoso es un calvario si eres extranjero en la ciudad, y leyendo esto me doy cuenta que para los defeños también lo es.
Muchos abrazos estimado señor ruso! y felicidades por su café soluble
Mi querido Distrito Federal, en efecto, sus calles son todo un laberinto, con grandes índices de inseguridad, contaminación y sobrepoblación.
Sin embargo, tambien contamos con una gran diversidad de museos, las giras de conciertos y espectáculos internacionales siempre nos contemplan y tienen lugar aquí, además, contamos con el METRO, donde por solo 2 pesos, podemos recorrer de norte a sur, de este a oeste el D.F. (ciudad en donde se paga más barato el transporte público), también, tenemos reservas naturales y una de las universidades más importantes de México, la UNAM.
Por cierto, afortunadamente, yo jamás me he perdido, se lo atribuyo a que cada vez que se que iré a un lugar en la ciudad aún desconocido, me informo, preguntó (los hombres balbucean la dirección en la que debo encaminarme, pero siempre termino entendiendoles), o me hago acompañar de una persona experta en esos nuevos rumbos.
Lo que sí me llama la atención, y concuerdo con el autor, es que sí son pésimos los letreros que deberían de auxiliarte, y no perderte. Ejemplo: si quieres llegar al museo Dolores Olmedo, ubicado en La Noria, y sigues los letreros que se encuentrean desde la Glorieta de Vaqueritos, terminarás llegando a la Deportiva de Xochimilco, jajaja, a una amiga le pasó. ¿Y qué tal los que indican «No estacionarse» y ves autos parados hasta en doble fila?
Lo que también puedo observar en una gran ciudad como ésta, es la cantidad de gente que transita por las calles, gente que parece que todo el tiempo está enojada y muy estresada, que ya no le regala una sonrisa a nadie y que cae en la paranoia al irse cuidando de la delincuencia.
Si bien es importante prevenir y se vale el enojarse de vez en cuando por el tráfico o porque ya te aventaron el carro, por los ambulantes o por el estrés de la vida diaria, hay que aprender a relajarnos y a tomar las cosas con serenidad, después de todo, vivimos en una de las ciudades más importantes del mundo, con todo y lo que ésto conlleva.
¡Felicidades autor!
RUSO… FELICIDADESS… !!! MUY BUENO:..
Una gran frescura sin perder un setido y una voz, magnifica relacion entre, el como escribimos y el como hablamos y vivimos. Un relato de vida… muy vivo.
Felicidades.
Me ha encantado la redaccion, divertida, breve y certera.
Gracias por brindarnos este tio de escritos.
Por cierto la foto es genial, es infinita y …¿donde esatrá el final?
No me gustó. La verdad es como insultar la ciudad en la que tú y yo habitamos. Es verdad que esta desordenada y con muchos problemas sociales y políticos, pero es por el hecho de ser la ciudad más grande del mundo, el lugar que nos da de comer, que nos da educación y toda una cultura, por lo que en vez de criticarla sería más constructivo proponer algo para mejorarla, porque cualquiera la puede criticar pero pocos pueden actuar. he estado en ciudades de Estados Unidos y de Europa y también tienen sus problemas orgánicos obviamente son muchos menores. Espero no ofender al autor, pero creo que debería hablar un poco más del lado positivo de la metrópoli.
Me gustaria empezar mencionando que este texto me causo mucha risa, en especial la parte: «Doña Lenchita, que vende tamales…», pues me hizo recordar a mi profesor de Economía y Comunicación jajaja
Por otro lado, considero que este texto es innovador en el tema al que se hace alusión esta semana, puesto que no hace referencia a ningun arte del pensamiento humano, simplemente te muestra la grandiosa ciudad en la que vivimos y los parajes donde puedes terminar perdido, lo cual, sumado a la poca disponibilidad de tiempo nos da como resultado: un fuerte dolor de cabeza.
Sin duda alguna, todos hemos pasado este tipo de situaciones, en la cual podemos toparnos desde un chico muy lindo o hasta el clásico perro que te ladra e intenta arrancate una pierna.
Sin embargo, y para terminar mi comentario, no podemos quejarnos si nos encontramos en El País de las Maravillas ¿lo recuerdas?. Hay unos renglones en este cuento que podrian hacernos reflexionar sobre el caos que encierran direcciones confusas, los cuales dicen:
-Pero si yo no quiero estar entre locos… -objeto la niña.
-Eso es algo que no puedes remediar -le contestó el gato-, pues aquí… ¡todos lo estamos! ¡Yo lo estoy..! ¡Y tú tambien lo estas!
-¿Cómo que estoy loca? -le preguntó la niña.
-Tienes que estarlo -le dijo el gato-, pues, de lo contrario…, ¡no estarías aquí!
Verdad indiscutible que el Distrito Federal puede llegar a ser caótico, estresante y conflictivo, por muchas razones que en comentarios anteriores han descrito ya, sin embargo es una ciudad tan hermosa, que bien valiera la pena perderse todos los dias en sus mal planeadas calles (cuando no se lleva prisa… claro!!). además, quien podría vivir lejos de ella, al menos yo estoy segura de que a la mayoría de nosotros, viviendo en otro lugar, aún dentro de la Republica mexicana, nos haría falta todo aquello de lo que continuamente nos quejamos.
No he tenido malas experiencias al perderme en la ciudad, si bien me ha pasado solo un par de veces, no han sido de gravedad, además los he disfrutado, me he permitido verlos como largos paseos, conociendo cosas diferentes.
Sin duda un buen artículo, en el que se refleja la ciudad tal cual es, aunque el sentido sea para quejarse y deje de lado las cosas hermosas que podemos encontrar!!.
me parece cierto a mi en lo personal me encnata perderme por la ciudad…
Siempre encuntras cosas extrañas o monumentos que no habias visto o cosas que no sabias que exitian en esta ciudad que es imensa
Por que no importa a dodne vayas siempre tendras una bnueva experiencia que te agradara o desagradara segun sea tiu perspectiva.
a ¿dond eir? ¿como llegar? las respuestas son diversas y cada quien sabra como y donde llegar para amaravillarnos de esta ciudad
jaja si tienes razón, todo en la ciudad es un casos pero esta bien divertido pasear sin rumbo conocido y conocer los lugares que el destino tiene preparados para ti. Además que todo seria aburrido si no fuera de esta manera por que no tendrías aventuras nuevas cada día. Y para que se quiere salir si pesar de vivir en constante presión, todos los momentos se disfrutan ya sean malos o uenos porque aprendes de cualquiera de ellos. Puede ser que logres salir algún día pero de alguna u otra manera extrañaras estar ahí dentro.
El Distrito Federal, nuestra querida ciudad, en efecto es todo un laberinto, un caos o una trampa, como lo dice el autor, decir vas en sentido correcto, es descifrado como,
¡te vas a perder!!! de una forma ironicamente cierta, ya que todas las calles estan en diferentes direcciones y esto despista a cualquiera.
Creo que otro adjetivo adecuada para describir a nuestra ciudad, es el pais del no te encuentras o la ciudad del caos, ya sea en aunto, metro, metrobus, y todos los medios de transporte habidos y por haber.
En verdad, felicidades!
Me encantó la hilaridad con la que se maneja el tema sin perder el toque personal.
Me da un poco de consuelo saber que no soy la única que se pierde en esta selva, si no que los que han vivido aquí toda su vida han pasado por eso también, y un poco de desconsuelo al saber que al parecer jamás te acostumbras.
Genial! Me agrada como escribes, tu estilo es único. Me gustó porque, además de no usar un lenguaje rebuscado, da a entender perfectamente la situación en la que vivimos nosotros. Habitantes de este caótico laberinto.
Siempre me ha gustado cuando se plasma la ciudad en algun escrito y el tuyo no es la excepción, tu texto es una muy buena descripción de la ciudad en la que vivimos
Así es nuestro mundo, nos adentramos en el y vivimos el día a día, esperando poder sobrevivir en el salvaje y precipitado sitio del que gozamos hoy, con un mañana incierto nos pensamos dentro de lo que en verdad no conocemos, sin salida, sin entrada, sin pausa, sin retroceso y sin tiempo.
Como antes, solo el más fuerte sobrevive a ello, capaces, voraces, feroces; confundete entre lineamientos, no confies de los sujetos.
Disfruta el laberinto, donde formarás un sin fin de recuerdos!
Quizá muchos de nosotros nos identificamos con esta descripción de nuestra ciudad y a la mejor a la gran mayoria nos causo risa algun comentario sarcastico del autor, pero a lo que a muchos les pareció como un insulto a la ciudad de México, yo lo vi como una descripción real de lo que pasa en esta ciudad y que a la mejor muchos no nos atrevemos a decir, pero es muy interesante el ejemplo que hace Raúl Bravo Aduna del laberinto que se vive dia con dia en nuestra ciudad.
Me gustó mucho esta lectura porque hace una buena descripción de las calles del d.f, donde por lo regular la mayoría pasa y nos damos cuenta de que en realidad hemos visto lo que el mismo autor describe y esto nos llega a causar risa, pero muy bueno el texto para asimilar e identificarnos una vez más con los laberintos.
¡Qué mejor manera de describir a un laberinto, que ejemplificándolo con las calles de la Ciudad de México!, acertada elección, principalmete porque es algo que nos pasa muy seguido, no sólo por las malas señalizaciones, sino que los mexicanos nos hemos dedicado a hacerlo más difícil, manejando atravancadamente, no respetando las señales, ni a los peatones, confieso que me arrancó una que otra sonrisa la lectura, más porque me ha sucedido, y la prepa donde estudiaba se ubica en coapa, jaja si es bastante confuso pero aún asi mis méritos al autor, una sencilla y cotidiana manera de ejemplificar a los laberintos.
YESSENIA PEREZ GARCIA
a mmm creo que todos emos vivido esto no??? jaja vamos a un citio y realmente pasa esto, este texto me encanta como lo relaciona todo con un laberinto que quiere encontrar la salida y por mas que trata de salir y salir no puede y encuentra algo igual o peor, es la dificultad de la ciudad o ciudades y principalmente la de Mexico, es verdaderamemte genial, nos describe jaja y la fotografia que utiliza wuao!! a la perfeccion que buena imagen en vdd…
sigo agradeciendo muxisimo por estos textos tan maravillosos son lo mejor… gracias….
¡Hola autor!
Sales del contexto, una propuesta nueva y muy diferente a las anteriores. Divertida, con un buen humos.
¿Qué decir de los laberintos de la ciudad? Me parece que ésta enfrenta diversos problemas para los cuales aún no encuentra salida alguna.
Puedo intepretar tu publicación como una fuerte crítica social y política, acerca del sistema, de contecimientos indeseados dentro de la burocracia del país, dentro de los mismo ciudadanos.
Grave situación. No es posible ni siquiera encontrar un respeto por la cultura del tránsito, no hay respeto por los espacios ajenos, ¿entonces que hay? Pregunta para pensar, que hay…
Realmente es complicado vivir en esta ciudad. Además de los enredos de calles que luego te llevan a una que no va para donde tú quieres… por ejemplo, hoy para salir de Emilio Castelar, en Polanco, llegué a Campos Elíseos a la altura de la glorietita que está atrás del Nikko y de ahí otra vez a Emili Castelar… total, terminé (gracias a Dios y a su inspiración Divina) tomando Moliere y salí atrás de lo que era /o es el corporativo de Scotiabank y me tocó hacer una fila inmensa como de 8 minutos para poder salir a Reforma y tomar el peri hacia el sur… wow! y solamente son como 200 m!!!!
En fin. A veces hay que ser como ruletero, aventarse, internarse, entrarle, buscarle (como dicen en los comerciales de cerveza Indio)… Sin duda, me gusta esta ciudad, pero sí se ha vuelto caótica. No encuentras un mugre lugar donde dejar el auto: Polanco, la Del Valle, la Condesa, Escandón, Juárez, tec., etc., ahí estás como mayate dando vueltas y vueltas, y más vueltas, para encontrar un lugarcito donde estacionarte… a mi me choca pagar estacionamientos o dejarlo en el valet que va y te deja en auto quién sabe donde, en doble fila, obstruyendo entradas, te lo rayan, te levantan una multa de la que ni te enteras si no la buscas por internet, y corres el riesgo de que se te lo roben o en el mejor de los casos, se lo lleve la grúa. Uffff!
Pero es linda esta ciudad. Lo malo, es que somos muchos y crecemos pa’rriba.
Ya me extendí demasiado.
Lindo espacio de comunicación.
Gracias y sigan publicando!
Crítica irónica de lo mal planeadas y señaladas que están las calles de la ciudad de México. Laberinto sin salida para el autor un poco despistado.
Quiza lo que necesite es una guía roji a la mano….
Hay que agradecer que además de ser una ciudad laberíntica está llena de personajes y situaciones muy partículares que llenan de vida las calles de esta metrópoli. Hacen que cualquier salida por pequeña que sea se convierta en una aventura, intentando descifrar los caminos en medio de estos carnavales espontaneos a mitad de la calle.
Nos convierten en extranjeros en nuestro propio entorno, maravillandonos o indignandonos con la aparentemente interminable fauna local.
Personalmente, no me importaría perderme para siempre en las calles del DF.
Si bien es cierto que nuestra ciudad es temendamente conflictiva y a veces uno puede llegar a desesperarse, la esencia del D. F. es precisamete esta, sin no existieran todas estas caracteristicas, nuestra vida sería monótona, nuestro ritmo de vida no se desarrollaría igual.
Nos hemos acostumbrado a esta forma de vida, de tal forma que se nos haría díficil acostumbrarnos a una vida más tranquila y calmada, a la vez, esto es contradictorio, ya que a veces eso es precisamente lo que anhelamos, pero el ritmo al que estamos acostumbrados delatará nuestra desesperación en un lugar tranquilo.
Ruso ! en verdad muy divertido, como siempre amigo 😀
Pero eso de Salsipuedes, me sorprendió mucho, la metí en google, y ¡Oh, sí exisste!
Muy bueno !!!
Raulin:
No cabe duda que andas en lo tuyo, aunque no conozco la cd. de mexico a traves de tu lectura me la imagino. Sigue escribiendo y deleitandonos con tus escritos, sere tu fan numero dos, despues de tu mama, tenlo por seguro. Estoy feliz de que estes haciendo lo que mas te gusta.
Con todo mi cariño tu tia lety, cuida a mi cachorro.
¡Excelente! Ésta es la lectura que más me ha gustado, principalmente por el buen sentido del humor del autor. Realmente me hizo reir, ya que yo soy muy desorientada y me sentí identificada desde el primer momento. Me gustó la forma de narrar porque tiene cierto tono de ironía.
Aunque estoy de acuerdo en que esta ciudad es cada vez más grande y complicada, me gusta vivir aquí y no la cambiaría por nada.
Nos encontramos con otra perspectiva, y el mismo concepto, un laberinto!
Este texto expresa la profundidad e intensidad que significa, conducir por la ciudad de México, que en mi opinión, resulta una aventura extrema cada día.
Es muy cierto, que si no sabemos bien hacia donde nos dirigimos, terminamos completamente perdidos, pues hay mil caminos, atajos, salidas, es un caos!
Sin contar los conductores impretinentes, inconscientes, etc. y el sin fin de carros que podemos ver transitando a todas horas (especialmente en la hora ´´pico´´). Pero lo peor de todo son los baches, pobres carros! No es raro que los tengamos que llevar al taller despues de un recorrido por la ciudad.
Pero a pesar de estos inconvenientes, la Cd. de México, es tan hermosa, como interesante! Puesto que tenemos una gran variedad de paisajes y mil tipos de lugares, para cada preferencia, siempre habiendo algo nuevo que conocer y disfrutar.
¡Hey Ruso! debo decirte que sí, nuestro amado Mounstrito Federal es un tremendo laberinto :-S pero, ¿a poco no te llena de satisfacción de pronto ver que habiendo estado perdido, le encuentras un nuevo sentido al vivir aquí? xD. Como cuando uno mismo se pierde… sólo así te encuentras ¿no? y mucho mejor que antes n.n
Un beso 😀
P.D. Me debes un café en el Rosario Castellanos u.u
La ciudad de Mèxico es muy bella, creo que no es perfecta, pero tiene sus puntos positivos y su esencia que es lo que la caracteriza.
Me parece que sòlo te enfocas en sus puntos negativos y no es así, ninguna ciudad es perfecta.
La relaciòn que le das con los laberintos es muy acertada, creo que esta ciudad es muy grande y con una inmensa poblacion, ¡que esperabas!.
jaja ¡que texto tan divertido!!! en serio. Es que es tan realista, obiamente es México, jaja no puedo parar de reír, seguro que más de uno de nosotros conforme iba leyendo el texto se acordó de una de las muchas veces que se ha perdido, y cómo no si efectivamente, México es un laberinto en el que después de varias vueltas o de 20 personas a las que les preguntaste «x» lugar (y que te mandaron de regreso, «para allá», «ya se pasó», o «no joven, por aquí no es», llegas) llegas, quién sabe cómo, pero llegas.
Me agrada el tono que el autor usa, con cierta ironía y aunque quizá si hubiera agregado a las personas que les preguntas durante el camino me hubiese parecido más cómico (como mencione anteriormente).
Muy bien, me gustó mucho, y haber cuántas veces más nos perdemos en alguna calle (bueno, en México, cuando no…) una vez más…
¡Hola!
¡Qué alegría encontrarte por aquí!…y aún más leerte. Café: ¡qué rico! Aplaudo la idea de café soluble, la diversidad y el dinamismo impregnados cada día.
Los laberintos en la ciudad….jeje… soy una desubicada en potencia, pero sólo espacialmente, hay que aclarar!… aunque más divertido es perderse en sí mismo, al menos me da la oportunidad de buscar, con la ilusión y el asombro de encontrar.
Un abrazo,
Cuidate
Es verdad que la cd de mèxico es un verdadero laberinto pero es precisamente su variedad lo que lo hace interesante y divertido. a mí me encanta mi ciudad, sé que tiene sus fallas y errores pero también cuenta con infinidad de sitios de interés y específicamente la ubicaón del auto es donde podemos enontrar aún más lugares para pasar el rato o divertirnos.
me gustó mucho la manera en la que el autor redacta la situaciòn, es muy entretenida y lo hace como si estuviera platicando con sus amigos, de alguna manera nos ha hecho parte de sus escritos, además plantea diferencia de clases y lo mejor, lo común que es perdernos en nuestra propia casa……. Así que la próxima vez que nos perdamos, más allà de estresarnos, debemos sentirnos bien porque siempre habrà que ver a nuestro alrededor.
Genial forma de ejemplificar un laberinto y que más bello ejemplo que nuestra propia ciudad llena de misterio, peligro, dudas, riesgos etc. Los cuales nos obligan a vivir en total caos.
La forma en que nos representa las circunstancias que le van afectando son de lo más común para las personas que vivimos en esta ciudad, no por nada se le llama la selva de concreto. Donde todos “jalan” según sus conveniencias y sus propias circunstancias, devorándose unos a otros y creando un gran laberinto en el cuan no encontraras salida.
México es muy especial por esa peculiar contraposición del orden de las cosas, laberintos tan confusos que siempre asemejamos inconscientemente las calles con las situaciones de nuestra vida, nuestros pensamientos, sentimientos; no se trata nada más de vivir los aspectos circunstanciales de las vivencias de una ciudad que padece perennes convulsiones, las calles son lo menos importantes, el problema está el orden de nuestros pensamientos cuando caemos en esos lugares desconocidos, de eso depende la percepción de las materialidades e imágenes que se clavan en nuestras mentes, yo siempre estoy perdido en la ciudad ¿acaso vivo tanto de mis pensamientos como para no abstraer la ubicación de aquellos lugares a los cuales he ido infinitamente, sin siquiera hacer el esfuerzo de recordar aquellas calles que constantemente me remontan a un recuerdo efímero?… ese es el eje de un laberinto.
eso nunca pasa en la cuidad de mexico!!!!
es todo un laberinto estar en la cuidad, raro que los letreros nunca te lleven a donde quieres llegar, que las calles no tengan salida por alguna fiesta.
este texto es muy bueno porque describe talcual lo que pasa en la cuidad de mexico todo el colorido o la cultura que hay, se ve como estamos cristianizados.
y como se dice coloquialmente en mexico hasta lo imposible puede pasar.
y si en mexico se romparn mas reglas de las que se cumplen.
tal cual descrita la cd. de mexico
Solo me gustaría escribir un comentario al margen de 46 que hay actualmente, y es que encontré un poco de incoherencia al leer que te autonombras despistado vial cuando un día nos sacaste del cerro de Tepepan a las 3 de la mañana, dormido, borracho y casi sin funciones neuronales.
Cuidese mana!