Feeds:
Entradas
Comentarios

Archive for 24 de septiembre de 2009

por Raúl Bravo Aduna

Nunca he entendido por qué siempre que entro a la colonia “Lagos” termino perdido. Intento regresar a Polanco o, de plano, al Circuito interior, pero jamás lo consigo. Avanzo algunos metros y chín, qué pendejo, me topo de frente con alguna pared, decorada con una virgencita fosforescente. De reversa, regreso siempre a la calle anterior para darme cuenta que en ésa, también, hay algo que no me deja pasar: un jolgorio en el que suena, a todo volumen, La Arrolladora Banda el Limón, María Daniela y su Sonido Láser o el Aserejé; alguna patrulla que obstruye la circulación; niños jugando panbol; Doña Lenchita, que vende tamales; el Señor Licenciado López Obrador regalando despensas legítimas, a sus ciudadanos legítimos, a los que quiere legítimamente; brigadistas de la Cruz Roja; u otra virgencita, para no variar, también fosforescente. El laberinto de Cnosos, comparado con tal colonia, parece un simple juego del McDonald’s.

Cada que me encuentro en la Condesa, me pasa lo mismo (nomás que ahí no está el Señor Licenciado López Obrador, más bien me encuentro a algún diputado del P(T)VEM). En Coapa, ni hablar. Si entro al Viaducto, lo mejor que puedo hacer es quedarme en el primer hotel que encuentre. En Tlalpuente, buscando la calle de Matapulgas, acabo en Salsipuedes (no es broma). A decir verdad, creo que siempre termino perdido. En casi cualquier otra ciudad del mundo se me tacharía de despistado o, digamos, de imbécil. Pero en ésta, la de México, no se me puede culpar. Aquí, si un letrero dice que derecho se llega a Río Churubusco, significa que estaba a la izquierda; de noche, la luz verde significa roja, la roja, verde y la amarilla, que mejor te des la vuelta; llegar a “Héroes de la Libertad 15” significa que busques “Calvario 78”; vuelta en U prohibida significa que ahí debes darla, así como vuelta en U permitida significa que está prohibida; tomar la línea azul del metro significa que debes tomar la verde; si quieres manejar o caminar por Reforma, en cualquier momento puede aparecer una turba iracunda que demanda la libertad para los presos políticos de Acaponeta, Nayarit; etcétera. Este monstruo se presenta como un laberinto, pero que está en constante devenir, en plena mutación perenne: un rompecabezas sin solución.

Uno nunca sabe qué puede pasar. ¿Adónde o por dónde ir? Casi imposible descifrarlo. ¿Lo mejor? Huir. Huir rápido. El problema, quizá, es que la salida nunca se podrá encontrar.

Ciudad Laberinto

Read Full Post »